Entre tus labios, se dibujó de pronto el contorno de mi cuerpo,
de rojos carmines las huellas de mis pasos y de azules intenso
los crepúsculos abandonados entre penumbras, tus ojos.
Extendidos mis dedos hacia el recorrido extenso de tu torso.
Un contorneo de labios se encuentran en el punto exacto
donde se juntan los deseos de los que se buscan
sin llamarse , donde no caben más que dos
en un punto justo, equidistante , se hallarán otra vez,
los amantes.
M.F.G.