Cuando el dolor
se instala en el centro de mi ser
obstinado, como si todo a su alrededor
le importase menos que nada
puedo recordar el brillo de unos ojos
que me miran, asombrados, al amanecer.
Subo cada peldaño sintiéndome esclava
de un malvado Rey, cuya tiranía sin límites
ejerce sobre mi corazón, cansado de latir
que sólo busca un espacio donde dejarse ir...
M.F.G
se instala en el centro de mi ser
obstinado, como si todo a su alrededor
le importase menos que nada
puedo recordar el brillo de unos ojos
que me miran, asombrados, al amanecer.
Subo cada peldaño sintiéndome esclava
de un malvado Rey, cuya tiranía sin límites
ejerce sobre mi corazón, cansado de latir
que sólo busca un espacio donde dejarse ir...
M.F.G
Y el vértigo lo llevó al abismo, como el deseo, a perderla... y ahí agonizo en sus pensamientos libres, y en un corazón eternamente amarrado.
ResponderEliminarEstás descargando sobre mi blog tus sombras. No te lo aconsejo, estás evadiendo la realidad y no me parece sano ni de amigos. Te respeto como escritor y me duele mucho tener que eliminarte o bloquearte...pero no me dejas alternativas.
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